Les compartimos un interesante escrito de José Luis Carranco (autor de las Reglas del Juego, Manual de BDSM)
El triskel es el disco solar celta que representaba la trinidad de las divinidades celtas. En 1954, en el libro "Historia de O", aparece por primera vez formando parte del anillo que O debe portar siempre tras su visita a Roissy. Anillo que usan tanto los dominantes como los dominados. Aunque en la realidad se impuso entre los aficionados el anillo que aparecía en la película del mismo nombre, el del arito.
Está claro que "Historia de O" ha marcado de forma patente a los aficionados al BDSM, eligiendo su simbología y sus normas para regir, de alguna manera, la forma de llevar sus relaciones BDSM, aunque nunca confundamos esto con convertir dicho libro en la Biblia de los amantes al BDSM, ya que no existe ninguna y espero que nunca exista, porque entonces es más que posible que desaparezca mucho de la gracia de nuestra afición común. No somos ni nunca deberíamos aspirar a ser una especie de religión llena de protocolos y liturgias, hablamos de sentimientos y de relaciones sexuales, además de las más imaginativas que puedan existir y es por esto que pocas barreras se deben admitir más que las lógicas del sentido común.
Está bien que los aficionados al BDSM haya elegido un símbolo con el que identificarse, porque son los aficionados los que finalmente eligen aquello que les gusta, alejándose de la imposición de una imagen con la que quizás no llegan a identificarse.
Queda claro por fin que el BDSM tiene un símbolo que lo representa, el disco solar celta o triskel. Ahora viene el porqué de este escrito...
Parece ser que hay algún aprovechado que dice ser el poseedor de los derechos del triskel BDSM, algo de lo más absurdo al ser un símbolo que existe desde hace milenios. Pero muchos se ven empujados porque lo ha dicho un norteamericano, y ya se sabe...
Bien, por lo visto este señor dice cuál es el auténtico triskel, desdeñando todos los demás calificándolos como no auténticos sino son exactamente como su diseño. Aquí empezamos de nuevo con algo que personalmente odio sobremanera, los que se alzan como poseedores de la verdad absoluta diciendo a los demás lo que es auténtico y lo que no. Es algo realmente cansino.
Aunque se dice que el triskel se implantó como símbolo BDSM a principios de los noventa, no tengo más remedio que decir que no estoy de acuerdo. Porque alguien diga algo y lo repita constantemente, ese algo no se convierte en verdad o realidad.
Desde 1995 hasta 2005 fui director de la revista Sumissa, y esto me llevó a tener contacto permanente durante esos 10 años con diferentes revistas especializadas en BDSM de todo el mundo, así como con los más afamados clubs. En 2003 acabé de dar forma a lo que luego se convertiría en el libro "Las Reglas del Juego" y en dicho libro no nombro el triskel como símbolo BDSM, porque sencillamente hasta ese momento no existía como tal, ni nunca había visto referencia alguna sobre esto.
Hasta más o menos 2004 o 2005 nunca había visto el triskel como símbolo BDSM implantándose de forma generalizada y fue en Internet. Nunca anteriormente lo había visto publicado en ninguna revista especializada en BDSM ni ningún club lo había usado. Esto es la realidad, además de que a primeros de los 90 Internet era algo totalmente primitivo y casi inexistente y hasta principios de la presente década no comenzamos a poder navegar por este mundo virtual con algo de soltura. Para muchos es posible que parezca que la Red siempre ha estado ahí, pero siento decir que no, muchos crecimos sin este increíble invento (que no es norteamericano como muchos piensan, en realidad los norteamericanos han inventado pocas cosas, prefieren apropiarse de las de los demás).
Está claro que el triskel tiene una forma clara, y dentro de esa forma admite los más variados diseños que gracias a las nuevas tecnologías gráficas, cada vez más avanzadas y de más fácil manejo, hace que el diseño primitivo pueda evolucionar como cualquier otro símbolo, adaptándose a la modernidad y la moda actual, algo que ocurre con los más variados símbolos y logotipos. Una evolución lógica.
Nadie que yo haya podido leer hasta la fecha discute que el triskel ha tenido el honor de convertirse en el símbolo que nos identifica como pertenecientes a un colectivo concreto, lo que he visto que se discute es el encorsetamiento del triskel como un símbolo que no debe evolucionar, de nuevo escudándose en una supuesta creación de un señor norteamericano que dice haberlo patentado. De nuevo, esto es de lo más absurdo.
Otra cosa absurda que he podido leer es que sólo se puede utilizar ese triskel en concreto como defensa de una supuesta tradición. Bien, comencemos conque algo se convierte en tradición cuando una generación ha heredado algo de la anterior y al ver que es bueno y reconocido lo pasa a la siguiente. Son tres generaciones lo que realmente convierte algo en tradición y siento decir que el triskel como símbolo BDSM es demasiado reciente para eso, por lo que dicho argumento se cae por su propio peso.
De verdad, en serio, el triskel se presta a multitud de variaciones en su diseño siempre que se respete la forma del círculo con los tres radios en espiral, dentro de eso, nadie tiene la suficiente entidad para poder discernir o sentar cátedra entre el que es auténtico y el que no. Sobre todo, repito, hablando de algo aún demasiado reciente.
De nuevo tengo que decir que me alegra que los aficionados al BDSM hayan elegido libremente el símbolo que los identifica, y que tanta falta hacía, pero desde luego, nadie puede imponer una forma y color concreto a algo que por sí mismo tiene que seguir evolucionando al ritmo que lo hace la sociedad, con sus cambios de imagen y la evolución lógica en los diseños, de los que no escapan incluso símbolos gubernamentales.
Es por todo esto que defiendo el triskel como símbolo BDSM, pero no puedo apoyar de ninguna manera ni secundar la implantación de un diseño concreto de una misma cosa. Todo evoluciona. ¿Por qué algunos se empeñan empecinadamente en que no lo haga nuestro triskel entrando en discusiones absurdas y sin sentido que dividen y no unen, tirando por tierra la misión del mismo triskel: la unión?
He dicho bien, nuestro triskel, el de todos lo aficionados al BDSM del que nadie es propietario ni nadie puede secuestrar. Es nuestro, y estoy más que seguro que seguirá evolucionando como todo lo hace en esta vida, porque el que no evoluciona, se extingue.
José Luis Carranco