Taller de pinzas fue la temática de la reunión anterior.
La asistencia fue numerosa nuevamente y la participación de los asistentes
dinámica y agradable. En está ocasión el taller fue dado por Krystal de Sade.
El juego con pinzas puede ser
tan enriquecedor y agradable para ser realizado, no requiere de una gran
técnica puesto que es bastante sencillo y el instrumento a utilizar se puede
conseguir fácilmente.
Existen varios tipos de
pinzas, desde la clásica de madera hasta las especializadas que venden en las
sex shop. No es necesario invertir gran cosa en la obtención de este material,
las pinzas que venden en los mercados o tiendas comerciales nos son de gran
utilidad. Lo importante es conocer el material de juego con el que contamos.
La pinza se divide en tres
partes: las patitas, la zona media que es donde básicamente se encuentra el
resorte que hace la función de presionar y la zona de pinzar. Es importante saber la forma de la pinza
porque de ella depende de la fuerza de presión que tenga.
La pinza puede tener
diferentes intensidades dependiendo de donde se encuentre el resorte, si el
resorte se encuentra más cerca hacia la zona de pinzar existe la posibilidad de
que el nivel de presión sea mayor, al encontrarse en la zona media la intensidad
será módica y cuando el resorte esta cerca del área de las patitas
probablemente el pinzado no genere tanto dolor.
Otro aspecto que tenemos que
tener en cuenta es el tamaño de la pinza, mientras más pequeña sea la pinza más
dolerá, puesto que el área que pinza es menor. En cada pinza a utilizar hay que verificar que
los bordes de la pinza no puedan causar algún daño que no sea el de pinzar.
Para saber si una pinza presiona
de manera adecuada es necesario probarla primero en uno mismo, para notar esta intensidad
el área mas adecuada es la que se encuentra -con la palma de la mano abierta-
entre el dedo índice y pulgar, el antebrazo y el lóbulo de la oreja. De igual
modo la persona a quien se le colocaran las pinzas debe verificar que la
presión de las mismas es adecuada para su cuerpo; puesto que cada cuerpo y
sensaciones producidas en cada uno son diferentes.
Realimente lo que pasa con
las pinzas es que duelen al retirarlas, hay que tener en cuenta que al
colocarla en un área del cuerpo, se deja ésta sin circulación sanguínea por eso
hay que evitar colocarlas en zonas donde se encuentren varices, moretones,
heridas o algún tipo de lesión que podamos agravar.
Para retirar la pisa debe ser
de manera rápida y sin temor, pues de lo contrario corremos de lastimar la zona
pinzada. Podemos valernos de un fuete e irlas quitando golpeando la pinza; no
es conveniente golpear o volver a colocar de nuevo una pinza en un área recién
pinzada; un masajito en ella causara un pequeño dolor a la vez que ayudamos a
que la circulación regrese a su estado natural.
Podemos realizar redes con
pinzas, unirlas por medio de un cordón y retirarlas todas de un jalón al mismo
tiempo, la sensación que se producirá será una gama de sensaciones mezcladas (es lo que llamamos zipper).
Como en cualquier juego y práctica
dentro del BDSM no hay que olvidar que cada persona reacciona de manera
diferente, en el caso de las pinzas sucede lo mismo. Para algunos la
utilización puede ser estimulante y placentera pero para otras puede ser todo
lo contrario, por ello la comunicación y tolerancia en una relación BDSM es de
suma importancia.
Dentro del taller se nos
proporcionaron diversos tipos y tamaños de pinzas, cada una de ellas la
colocamos en diversas partes del cuerpo (zona que esta del dedo pulgar al
índice, ante brazo, lóbulo de la oreja)
para probar la intensidad de pinzado; cada uno de los asistentes percibió
diversas experiencias y el grado de resistencia a las mismas también fue
variable.
De igual modo se nos
proporcionó una pinza de metal, la cual nos enseñaron a regular con un tornillo
y una tuerca: las patitas de la pinza por lo regular se encuentran perforadas,
dentro de estas perforaciones se introduce el tornillo y con ayuda de la tuerca
se va regulando la intensidad deseada.
En cada taller sin duda
muchos adquiramos nuevos conocimientos, aclaramos dudas y compartimos
experiencias y conocimientos; todo para enriquecer nuestra practica BDSM, ya
deja tus dudas sobre si ir o no a estos talleres, anímate y sin duda no te arrepentirás.